INTRODUCCIÓN
Con respecto al principio
de igualdad o incorporación del enfoque de género en la gestión del ciclo de
proyecto, podemos indicar que esté debe mantener estrechos vínculos de interdependencia
y de simultaneidad temporal, además de requerir un flujo de información
continuo para facilitar su constante reajuste y mejora. En este contexto las etapas
críticas para su abordaje se detallan a continuación.
DESARROLLO
1.
Análisis previo o diagnóstico de situación
Se
refiere al diseño de un proyecto
donde se parte de un diagnóstico de la realidad social donde se va a
intervenir. En el mismo se debe incorporar el análisis de la perspectiva de
género, el cual por lo general se dirige a la descripción de la situación sobre
las relaciones y brechas de género. Estas relaciones y brechas pueden ser
identificadas a través de:
a.
Estadísticas desagregadas por sexo.
b.
Estudios y análisis específicos
sobre género.
c.
Diagnósticos participativos entre
los actores involucrados.
Esto
permitirá visibilizar la discriminación en base a género y sus causas para: i)
Asegurar la eficacia de nuestros proyectos en materia de equidad y ii) Validar
la pertinencia de cualquier proyecto dirigido a la mejora de las condiciones de
mujeres.
2.
Diseño y planificación
Esta
etapa tiene como propósito fijar el alcance y los objetivos del proyecto, la
descripción de los y las beneficiarias, la duración del proyecto y los
mecanismos propuestos para la implantación. También supone, un momento en la toma
de decisiones en relación con las prioridades políticas y estratégicas y con la
asignación de recursos (financieros, humanos y temporales) a cada actividad.
De
forma general podemos indicar que para trabajar la equidad de género en la fase
de diseño y planificación se debe contemplar; la igualdad como prioridad incorporada
explícitamente en los objetivos generales del proyecto y en los criterios
básicos de intervención en relación con la distribución equitativa de los
recursos, siendo los mas relevantes:
a.
La dotación de recursos técnicos,
humanos y económicos específicos destinados a cumplir el objetivo de igualdad.
b. La existencia de personas
expertas/equipos internos así como asesorías externas especializadas en
igualdad y género.
c.
La presencia equilibrada de
mujeres y hombres en los espacios de toma de decisiones.
d.
La concertación y cooperación a
nivel territorial y/o sectorial.
3.
Ejecución
Para
garantizar que la etapa de ejecución incluya el enfoque de género es necesario asegurar
que la gestión del proyecto incluye el análisis de las diferencias de género en
toda su extensión y profundidad.
Es
frecuente que en esta etapa se fragmenten las acciones y actividades, asignando
responsabilidades a grupos de trabajo diferenciados y además, dependiendo de la
tipología de trabajo, es necesario que contemos con profesionales sensibilizados
y sensibilizadas en temas de equidad de género. Algunos aspectos básicos a
tener en cuenta durante el proceso de ejecución de un proyecto son:
a.
Recursos humanos.
b.
Convocatoria y captación de
personas beneficiarias.
c.
Desarrollo de las actividades.
d.
Seguimiento de la ejecución
mediante indicadores.
e.
Sensibilización y comunicación
hacia los actores.
f.
Cooperación entre las redes
establecidas y creadas.
g.
Transferencia de experiencias y
conocimiento.
4.
Evaluación
La
evaluación es la última etapa y es de suma importancia dentro del ciclo de
proyectos, ya que permite:
a.
Descubrir los beneficios y
dificultades del proyecto.
b.
Establecer bases para la
realización de orientaciones y ajustes del plan inicial.
c.
Conocer y mejorar la eficiencia y
eficacia del trabajo planificado.
d.
Identificar las buenas prácticas y
las lecciones aprendidas.
e.
Informar a las personas
interesadas.
f.
Hacer visible la experiencia
desarrollada.
La
evaluación, se trata de un proceso continuo que tiene que ser aplicado durante
la gestión del ciclo del proyecto. En este entendido pueden definirse algunos
indicadores clave que afectan tanto a la incorporación del enfoque de género en
las organizaciones e instituciones que promueven el proyecto, así como a los
indicadores de proceso que van enfocados a medir el grado de incorporación del
enfoque de género en los componentes clave del proyecto.
CONCLUSIONES
Para plantear un
principio de igualdad en el ciclo de proyecto, primero debemos diferenciar
entre “igualdad” y “equidad”, siendo el primer concepto un aspecto explicito
que desde el punto de vista biológico, social y de identidad es “Imposible de alcanzar”. En este sentido
el término más apropiado a ser empleado para incorporar el enfoque de género durante
el ciclo del proyecto es el de “equidad”, debido a que el mismo respeta
la naturaleza biológica, contexto social y sobre todo la identidad que es
definida por cada individuo según su realidad.
Una vez comprendido
la diferencia entre igualdad y equidad será posible aplicar en cada etapa del
ciclo del proyecto el método propuesto por la guía objeto de estudio.
BIBLIOGRÁFICA
Kideitu. (2007).
El principio de igualdad de mujeres y
hombres en el empleo. Guía para la incorporación del enfoque de género en los
proyectos de empleo y formación. Aprendiendo de la experiencia EQUAL.
Gobierno Vasco, España: Emakunde, Instituto Vasco de la Mujer como entidad
coordinadora de la Agrupación de Desarrollo “Red Kideitu”.
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