miércoles, 4 de junio de 2014

UNA MIRADA DE LOS PROYECTOS DE INSERCIÓN LABORAL DESDE LA EXPERIENCIA



Con base en la experiencia personal y el ejercicio profesional en instituciones como IDEPRO, La Fundación AUTAPO y PROCOSI, el presente artículo presenta una descripción del diseño y gestión de proyectos de formación técnica y laboral dirigido a fortalecer las capacidades de mujeres en Bolivia.

En el marco de la gestión de proyectos de inserción laboral, los servicios de empleo se han convertido en un pilar básico del trabajo, desarrollando sistemas, procedimientos y metodologías de intervención e inserción laboral. Los servicios se dirigen a asesorar a las mujeres (o usuarias) y hacerlas partícipes de su proceso para que sean capaces de tomar sus propias decisiones en relación con su inserción laboral.[1]

1. Ejes centrales de los servicios de empleo
Los servicios de empleo se realizan en torno a dos ejes fundamentales: el enfoque integral y la integración de la perspectiva de género.
El enfoque integral supone tener en cuenta todos los factores que inciden en la empleabilidad de las mujeres.
La integración de la perspectiva de género, se considera como elemento de calidad del servicio, ya que permite identificar la situación de partida de cada usuaria y descubrir las especialidades que van a influir en su proceso de inserción.

2. El proceso de intervención
El servicio plantea una serie de actividades que deben realizar las usuarias, en función de sus necesidades, con el fin de facilitarles recursos para que gestionen con autonomía su propio proceso de inserción laboral.

2.1 Previo a la intervención: Información del servicio
Se realiza con un doble destino: mujeres (o usuarias) y empresas.
Para dirigirnos a las potenciales usuarias, se utiliza aquellos canales y medios que son más habituales o más accesibles para ellas. Se presta especial atención en los mensajes de difusión para que incluyan toda la información que necesitan las mujeres para decidirse a participar.
El acercamiento a las empresas es fundamental para el desarrollo de la inserción laboral. Ésta se realiza en primer lugar a través del envío de una nota informativa con las características del servicio, haciendo especial hincapié en la idoneidad de nuestras candidatas, así como en el apoyo a los procesos de reclutamiento y selección. Posteriormente nos ponemos en contacto telefónico con las empresas que cuentan con ofertas de empleo para facilitar el contacto con las usuarias del proyecto.

2.2 La intervención: descripción del proceso

2.2.1. Orientación laboral
Se dirige a asesorar y facilitar la toma de decisiones de cada usuaria en relación con su inserción laboral, ofreciendo respuestas planificadas a partir de la elaboración del diagnóstico ocupacional para incrementar o mejorar su empleabilidad.
a) Diagnóstico: Esta fase consta de dos entrevistas, la primera “de acogida”, que es la toma de contacto con la usuaria y en donde se recogen los datos identificativos y la segunda, denominada entrevista ocupacional, en donde se analiza la situación laboral y personal frente al empleo, para proceder a realizar el diagnóstico completo. Este diagnóstico proporciona un mejor conocimiento de la usuaria, lo que permitirá identificar y cubrir mejor sus necesidades, definiendo un proceso de orientación adecuado.
b) Definición del Plan de Acción: Con las conclusiones extraídas del diagnóstico se elabora, en consenso con la usuaria, su propio Plan de Acción para la Inserción. El proceso requiere facilitar previamente la toma de conciencia sobre las capacidades, habilidades e intereses personales que presenta en relación a su inserción laboral. Esto permite definir el objetivo profesional e identificar las necesidades y posibilidades para el logro de su objetivo laboral.
El Plan recoge esta información e incluye el cronograma de acciones que ha de realizar, así como una planificación de su proceso de inserción (búsqueda de empleo en anuncios de prensa, etc.).
c) Acompañamiento a la inserción: Se realiza a lo largo de todo el cronograma de inserción, a través de tutorías individualizadas, con el fin clarificar el objetivo profesional de la usuaria, en los casos en los que no estuviera del todo definido, fortalecer la motivación, analizar los progresos alcanzados y realizar un seguimiento de la planificación del proceso de inserción.

2.2.2. Formación
Trabajar la ruptura de los estereotipos de género en el mercado de trabajo es uno de los aspectos de un proyecto que contribuyen a garantizar el acceso y permanencia de mujeres en el empleo.
El proceso se ve apoyado por acciones de formación que contribuyen a mejorar la empleabilidad de las mujeres. En este sentido la formación ocupacional debe considerar las profesiones donde las mujeres se encuentran mal representadas, y que además están experimentando una creciente demanda en el mercado, iniciativa que favorece la diversificación de opciones profesionales, etc.
Así mismo, se debe ofertar una formación complementaria dirigida a favorecer la adquisición de competencias adicionales para el desempeño del puesto de trabajo y a desarrollar habilidades sociales, necesarias tanto para la búsqueda de empleo como para su permanencia en él.

2.2.3. Intermediación Laboral
La intermediación laboral constituye en la fase final del proceso de inserción laboral, que se dirige a establecer procesos de comunicación y contacto directo entre empresas y usuarias. La finalidad es conseguir su inserción laboral y se compone de:
a) Trabajo con usuarias: La eficacia de la intermediación depende del grado de empleabilidad alcanzado por las usuarias, a través del trabajo previo realizado, pero también depende, de la estrecha coordinación entre las orientadoras y formadoras, quienes conocen en cada momento la evolución y estado de las mujeres, sus actitudes y aptitudes respecto al empleo, niveles de implicación, disponibilidad, intereses ocupacionales, etc. En líneas generales, de su perfil profesional. Es, en consecuencia, una prolongación del trabajo realizado con las usuarias desde la orientación y la formación.
b) Trabajo con empresas: Requiere de un análisis sobre la situación real del entorno y su previsible evolución, lo que nos permite no sólo conocer las necesidades, sino anticiparnos a ellas. Además, este análisis nos proporciona un conocimiento de los puestos de trabajo disponibles para promover el encuentro entre empresa y usuaria y lograr las inserciones laborales.
Cuando se intermedia con el tejido empresarial se debe tener en cuenta las condicionantes relacionadas con el género, lo que supone: conocer los factores de género que operan en el mercado de trabajo, las percepciones estereotipadas del empresariado en torno a las mujeres (dificultades para sobrellevar la vida familiar y profesional, escasa disponibilidad de tiempo y alto índice de absentismo laboral por el cuidado de personas a su cargo) y romper estos estereotipos en el marco del proceso de intermediación.

3. Conclusiones
Trabajar el enfoque de género en el mercado de trabajo, es uno de los aspectos que contribuyen a garantizar el acceso y permanencia de mujeres en el empleo, tomando en cuenta los siguientes aspectos:

a) Con las usuarias: Se realiza un seguimiento a lo largo de todo el proceso de inserción, así como después de la incorporación al empleo.
El acompañamiento y seguimiento individualizado que llevamos a cabo con las usuarias durante el proceso de inserción, constituyen las bases para mantener un seguimiento después de haberse producido la propia inserción, lo que nos permite seguir mantener como punto de referencia para proporcionarles los recursos y la información necesarios para su mejora y mantenimiento en el empleo.

b) Con las empresas: Se mantienen contactos periódicos para conocer las necesidades reales de cada empresa y realizar un seguimiento del proceso de selección y también de la inserción, si se ha producido.

4. Bibliográfica
Kideitu. (2007). El principio de igualdad de mujeres y hombres en el empleo. Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos de empleo y formación. Aprendiendo de la experiencia EQUAL. Gobierno Vasco, España: Emakunde, Instituto Vasco de la Mujer como entidad coordinadora de la Agrupación de Desarrollo “Red Kideitu”.
Farah, I. y Sanchez, C. (2008). Desafíos de una nueva agenda de género. (p. 89). Perfil de género Bolivia. La Paz, Bolivia: CIDESUMSA



[1] Wanderley, F. (2008). Género, etnicidad y trabajo en Bolivia. (p. 145). Revista Umbrales No. 18. La Paz, Bolivia: Plural editores CIDES – UMSA.

CLASIFICACIÓN DE PROYECTOS DE EMPLEO Y FORMACIÓN QUE CONSIDERAN LA EQUIDAD DE GÉNERO



El objetivo del presente artículo es presentar luna clasificación de los proyectos y programas de empleo y formación. El documento está estructurado según los “ejes temáticos” de la Iniciativa EQUAL.[1]

1. Los proyectos de inserción
Los proyectos destinados a mejorar el acceso de las mujeres al empleo, por lo general están dirigidos a favorecer la igualdad de oportunidades. Lamentablemente, la incorporación del enfoque de género en el diseño de proyectos es limitada lo que incide, en que las diferencias de género se sigan manteniendo al momento de la inserción de mujeres en el empleo.
Para mejorar el posicionamiento de las mujeres en el empleo, se requiere no solo incrementar sus competencias para la empleabilidad, sino también diversificar sus opciones y facilitar el acceso a formación con reales perspectivas de inserción laboral, fortaleciendo su autoestima, su movilidad, ofreciendo servicios de cuidados, apoyarlas para soportar los condicionamientos de su entorno, promover y fortalecer el diálogo con los hombres, cambiar la percepción de las empresas y del empresariado sobre el valor que ellas aportan.

2. Los proyectos de creación de empresas
En varios contextos el empleo por cuenta propia es una de las mejores opciones profesionales. Ante dificultades y barreras halladas en el empleo por cuenta ajena, las mujeres encuentran en la creación de empresas una salida para su posicionamiento en el mercado laboral.
Sin embargo a la hora de crear un negocio o mejorar la competitividad de sus empresas, es cierto que las mujeres encuentran mayores obstáculos derivados de las relaciones de género. A continuación se presenta una lista de las importantes:
  • Las dificultades de orden técnico relacionadas con el sistema y los mercados.
  • Las dificultades de orden psico-social relacionadas con el proceso de emprender.
  • Dificultades para la consolidación.
  • Dificultades derivadas del entorno económico y sociocultural


3. Los proyectos de adaptabilidad
El concepto de adaptabilidad está íntimamente relacionado con las posibilidades de mejora del empleo y la competitividad de las empresas por medio de una mejor organización del trabajo en un contexto de cambio socioeconómico, tecnológico y demográfico que nos está afectando de forma muy significativa.
Cuando hablamos de adaptabilidad estamos haciendo referencia a los avances relacionados con la gestión de los tiempos, la flexibilidad laboral, la prevención de riesgos laborales, la formación permanente, la introducción de la TICs, la participación de los y las agentes sociales en las relaciones laborales o la responsabilidad social corporativa. Los proyectos en este ámbito, por regla general, han incorporado algún tipo de acción a favor de la igualdad de mujeres y hombres. Son habituales las guías internas sobre lenguaje no sexista, metodologías para la incorporación del enfoque de género, la formación de todo el equipo técnico en igualdad de oportunidades, etc. Sin embargo, sólo un reducido número de proyectos ha tenido éxito, al haber incidido de manera destacada en mujeres especialmente vulnerables a los cambios del entorno productivo o por haber conseguido transferir a agentes con capacidad de decisión política su preocupación en materia de conciliación, pasándose a poner en marcha medidas efectivas a tal efecto desde la administración pública.

4. Los proyectos de igualdad de oportunidades
En las áreas temáticas de conciliación como el de lucha contra la segregación, la igualdad se encuentra incorporada de forma transversal en todas las fases y actuaciones de los proyectos. Además de estar presente en las actividades de los proyectos, el enfoque de género está siendo incorporado en todas las fases del proyecto, desde su diseño y planificación, gestión y coordinación, hasta la evaluación y seguimiento. Sin embargo, se ha podido detectar la ausencia de actividades dirigidas a los hombres. Al mismo tiempo, la realización de los proyectos en un espacio tan reducido de tiempo y con recursos limitados en términos económicos y humanos limita las posibilidades de impacto final frente a una cuestión tan estructural como es la de la conciliación y la segregación en el mercado laboral.

CONCLUSIÓN
Después de haber presentado una breve clasificación de los proyectos de empleo y formación que consideran la equidad de género, podemos concluir que existe una participación laboral de las mujeres, sin embargo, esta se da en términos cualitativamente distintos que hablan de:
        La ampliación del mercado de trabajo con una inserción laboral masiva de mujeres.
·         La expansión de la participación de las mujeres en actividades de producción.
Con respecto a términos cualitativos, se han identificado la adaptabilidad y la igualdad de oportunidades.

BIBLIOGRÁFICA
  • Kideitu. (2007). El principio de igualdad de mujeres y hombres en el empleo. Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos de empleo y formación. Aprendiendo de la experiencia EQUAL. Gobierno Vasco, España: Emakunde, Instituto Vasco de la Mujer.
  •  Farah, I. y Sanchez, C. (2008). Desafíos de una nueva agenda de género. (p. 89). Perfil de género Bolivia. La Paz, Bolivia: CIDESUMSA




[1] Kideitu. (2007). El principio de igualdad de mujeres y hombres en el empleo. (p. 51). Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos de empleo y formación. Aprendiendo de la experiencia EQUAL.

miércoles, 28 de mayo de 2014

EL PRINCIPIO DE IGUALDAD O EQUIDAD EN EL CICLO DEL PROYECTO

INTRODUCCIÓN 
Con respecto al principio de igualdad o incorporación del enfoque de género en la gestión del ciclo de proyecto, podemos indicar que esté debe mantener estrechos vínculos de interdependencia y de simultaneidad temporal, además de requerir un flujo de información continuo para facilitar su constante reajuste y mejora. En este contexto las etapas críticas para su abordaje se detallan a continuación.

DESARROLLO
       
      1.       Análisis previo o diagnóstico de situación
Se refiere al diseño de un proyecto donde se parte de un diagnóstico de la realidad social donde se va a intervenir. En el mismo se debe incorporar el análisis de la perspectiva de género, el cual por lo general se dirige a la descripción de la situación sobre las relaciones y brechas de género. Estas relaciones y brechas pueden ser identificadas a través de:
a.       Estadísticas desagregadas por sexo.
b.      Estudios y análisis específicos sobre género.
c.       Diagnósticos participativos entre los actores involucrados.
Esto permitirá visibilizar la discriminación en base a género y sus causas para: i) Asegurar la eficacia de nuestros proyectos en materia de equidad y ii) Validar la pertinencia de cualquier proyecto dirigido a la mejora de las condiciones de mujeres.
      
      2.       Diseño y planificación
Esta etapa tiene como propósito fijar el alcance y los objetivos del proyecto, la descripción de los y las beneficiarias, la duración del proyecto y los mecanismos propuestos para la implantación. También supone, un momento en la toma de decisiones en relación con las prioridades políticas y estratégicas y con la asignación de recursos (financieros, humanos y temporales) a cada actividad.
De forma general podemos indicar que para trabajar la equidad de género en la fase de diseño y planificación se debe contemplar; la igualdad como prioridad incorporada explícitamente en los objetivos generales del proyecto y en los criterios básicos de intervención en relación con la distribución equitativa de los recursos, siendo los mas relevantes:
a.       La dotación de recursos técnicos, humanos y económicos específicos destinados a cumplir el objetivo de igualdad.
b.  La existencia de personas expertas/equipos internos así como asesorías externas especializadas en igualdad y género.
c.       La presencia equilibrada de mujeres y hombres en los espacios de toma de decisiones.
d.      La concertación y cooperación a nivel territorial y/o sectorial.

      3.       Ejecución
Para garantizar que la etapa de ejecución incluya el enfoque de género es necesario asegurar que la gestión del proyecto incluye el análisis de las diferencias de género en toda su extensión y profundidad.
Es frecuente que en esta etapa se fragmenten las acciones y actividades, asignando responsabilidades a grupos de trabajo diferenciados y además, dependiendo de la tipología de trabajo, es necesario que contemos con profesionales sensibilizados y sensibilizadas en temas de equidad de género. Algunos aspectos básicos a tener en cuenta durante el proceso de ejecución de un proyecto son:
a.       Recursos humanos.
b.      Convocatoria y captación de personas beneficiarias.
c.       Desarrollo de las actividades.
d.      Seguimiento de la ejecución mediante indicadores.
e.      Sensibilización y comunicación hacia los actores.
f.        Cooperación entre las redes establecidas y creadas.
g.       Transferencia de experiencias y conocimiento.

      4.       Evaluación
La evaluación es la última etapa y es de suma importancia dentro del ciclo de proyectos, ya que permite:
a.       Descubrir los beneficios y dificultades del proyecto.
b.      Establecer bases para la realización de orientaciones y ajustes del plan inicial.
c.       Conocer y mejorar la eficiencia y eficacia del trabajo planificado.
d.      Identificar las buenas prácticas y las lecciones aprendidas.
e.      Informar a las personas interesadas.
f.        Hacer visible la experiencia desarrollada.
La evaluación, se trata de un proceso continuo que tiene que ser aplicado durante la gestión del ciclo del proyecto. En este entendido pueden definirse algunos indicadores clave que afectan tanto a la incorporación del enfoque de género en las organizaciones e instituciones que promueven el proyecto, así como a los indicadores de proceso que van enfocados a medir el grado de incorporación del enfoque de género en los componentes clave del proyecto.

CONCLUSIONES
Para plantear un principio de igualdad en el ciclo de proyecto, primero debemos diferenciar entre “igualdad” y “equidad”, siendo el primer concepto un aspecto explicito que desde el punto de vista biológico, social y de identidad es “Imposible de alcanzar”. En este sentido el término más apropiado a ser empleado para incorporar el enfoque de género durante el ciclo del proyecto es el de “equidad”, debido a que el mismo respeta la naturaleza biológica, contexto social y sobre todo la identidad que es definida por cada individuo según su realidad.
Una vez comprendido la diferencia entre igualdad y equidad será posible aplicar en cada etapa del ciclo del proyecto el método propuesto por la guía objeto de estudio.

BIBLIOGRÁFICA

Kideitu. (2007). El principio de igualdad de mujeres y hombres en el empleo. Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos de empleo y formación. Aprendiendo de la experiencia EQUAL. Gobierno Vasco, España: Emakunde, Instituto Vasco de la Mujer como entidad coordinadora de la Agrupación de Desarrollo “Red Kideitu”.